Antonio Urdiales Cano es permacultor desde 1995 (muy reconocido en argentina), es técnico mecánico y trabajaba haciendo planos para “industrias contaminantes” como suele llamarlas. Actualmente es investigador, escritor y docente. Vive en la ciudad de Buenos Aires en un PH, se gana la vida a través de sus libros y cursos donde explica técnicas para aplicar la permacultura.
Antonio nos introdujo en el concepto que tiene sobre la
permacultura y cómo la utiliza en su cotidianidad. A medida que hablaba sus
manos se movían velozmente y su rostro sobresaltado hacía evidente lo motivado
que se encontraba por el tema. Sacó de su valija varios libros y nos explicó el
contenido de cada uno. Para reparar las veces que no concurrió a la reunión,
nos obsequió un libro (a nuestra elección).
Con el lema de “si dejas de comer basura y tomar pintura es
todo mucho más barato y más sano” atrajo aún más la atención. Mientras se
tocaba su barba blanca, nos contaba que a la hora de ir a un supermercado
agarra su propia bolsa y no compra nada que esté envuelto en plástico. No tiene
heladera entonces conserva todo a base de bacterias, que sostiene que mantiene
la comida por mucho más tiempo. Y las
bebidas las toma a temperatura ambiente. En el caso de la cerveza “si es buena
no se necesita tomarla fría” nos aclara. Utiliza energía solar con unos paneles
ubicados arriba del techo, donde anteriormente tenía su propia huerta. La cual
dejó de mantenerla para abocarse a nuevos proyectos. Recuerda a su huerta con
orgullo y nos adentró en el mundo del cultivo dándonos a conocer tips para
cuidar las plantas de la mejor manera posible. Si de caracoles se trataba el
problema, nos comentó que los cocina y se los come, dejándonos un poco asombrados.
Vive solo pero disfruta mucho de su soledad como de pasar el
rato con amigos y en comunidad. Las tareas, como por ejemplo hacer el pan le
resultan muy llevaderas, hasta me animaría a decir que le encantan por la forma
en que nos la cuenta. De igual manera que se alegra de enseñar y compartir todo
lo que descubre y lo que aprende.
El reconocido permacultor bebía mates con nosotros en la
ronda que formamos en el galpón y debes en cuando nos sorprendía con su
entretenido humor y con su filosofía de vida. Hablaba de perdonarse y aceptarse
y de descubrir para qué está hecho uno, cuál es nuestro rol en la vida. Se
caracterizaba como un loco que no le hace mal a nadie y que busca la armonía en
el entorno a través del respeto y el conocimiento.
Agostina Polischuk
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