sábado, 19 de octubre de 2013

Fauno, un joven permacultor que disfruta del contacto con la tierra

  Juan Romano, más conocido como Fauno, es un permacultor de 30 años que dedica gran parte de su tiempo a estar en contacto con la naturaleza. Nació en Buenos Aires, pero su filosofía de vida lo llevó a conocer lugares como Salta, Córdoba y Bolivia. Fue a través de experiencias que aprendió  los conceptos y los valores principales de la vida autosustentable.

  
  Sentados en el pasto del Bosque Platense, Fauno brindó la entrevista con el objetivo de que conozcamos con profundidad su forma de ver la vida. A medida que corrían los minutos, comenzó a abrirse cada vez más y contó el porqué de su interés en la Permacultura.

   Hoy en día conserva el puesto de ayudante en el museo de Ciencias Naturales de la ciudad de Buenos Aires, y pasa varios días de la semana en una huerta que queda a pocas cuadras de su casa. 

-¿Dónde naciste?
-Nací en la clínica de E.L.M.A. (Empresa Líneas Marítimas Argentinas S.A.) en Corrientes 389, un 25 de Diciembre, una monja le sugería a mi madre que me llame Jesús.

-¿Cómo está conformada tu familia?
-Mi familia está compuesta por mi madre, mis dos hermanas, mi padre y su esposa.

-¿Convivís con alguien?
-En el tema de convivencia tuve varias experiencias. Desde la base viví en mi casa, luego comencé a vivir con mi tía y su familia, éramos unos ocho o nueve, era habitual reunirnos en la hora de la cena.

-¿De qué manera crees que la Permacultura se relaciona con la convivencia?
-La convivencia es un conjunto de circunstancias, actitudes y confianza. Para tener una verdadera convivencia hay que ser auténtico, mostrarse como es uno, con defectos y virtudes. Las relaciones humanas son nuestro mayor desafío y por eso es que desde la Permacultura se destacan por medio de sus tres éticas: cuidado de la tierra, cuidado de las personas y redistribución del alimento.

-¿Qué formas de convivir recordás con frecuencia?
-La que más recuerdo  es cuando me mudé a tres cuadras del congreso. Vivía en un departamento de cinco amigos que eran bailarines de ballet, pero había semanas en que éramos diez durmiendo. Durante el día era todo silencio, no quedaba nadie. Pero con el pasar de los años también  viví en casas de familia, dormí en la calle, tengo varias experiencias que recuerdo muy seguido.

-¿De qué manera apareció la Permacultura en tu vida?
-Después de otras experiencias en grupo, empezaron mis ganas de independizarme y cambiar los hábitos de la ciudad. Decidí irme a vivir a Salta para buscar trabajo y un lugar para asentarme. Después de un tiempo salí en búsqueda de vida en comunidad y sustentabilidad.

-¿En qué comunidades te asentaste a lo largo de tu vida?
-La primera fue en una comunidad que se llama Permacultura Sachawasi, en el Parque nacional Madidi, al noreste de La Paz (Bolivia), luego me fui a una que se llama El jardín de los Presentes, en Capilla del Monte, Córdoba.

-En ese entonces… ¿A qué te dedicabas?
-Había iniciado un proyecto de comunidad: Un Lugar-Permacultura, en Piedras Anchas, Córdoba. Luego en Aldea de Paz Tanti, en Córdoba, donde realizaba un curso de diseñador en Permacultura con el Instituto Ná Lu´um. También cuidé una reserva privada en Villa Salto Encantado.

-¿Cuál es tu trabajo hoy en  día?
-Actualmente estoy participando como ayudante naturalista en el Museo de Ciencias Naturales de la Ciudad de Buenos Aires, colaboro en huertas urbanas comunitarias, en espacios autogestionados, en convergencias, conferencias. La comunidad Velatropa es en donde más activamente participo, pero también en el espacio CUCOCO y la huerta de Villa Bosch.

-¿De qué manera definirías a la Permacultura?
-Se puede ver a la Permacultura desde muchos puntos de vista, remontando un poco a la historia en los años 70, Bill Molison junto a David Holmgren crearon el termino que surgió de un agricultura permanente y al ver que la agricultura es la base de toda sociedad, se llegó  al termino actual que se define como una cultura permanente.
  También se la puede definir como el diseño de un espacio para el ser humano, respetando los ciclos naturales y haciendo el menor impacto posible. Es decir, interrelacionando objetos con diseño, siempre y cuando se sigan éticas y principios. Igualmente la Permacultura es tan amplia que cada uno puede tener su propia visión, y a su vez estar haciéndola sin saberlo.

¿Cómo llegaste a este estilo de vida autosustentable?
-La conocí buscando un tipo de vida que satisficiera mis comodidades, quería comenzar a cuidar la naturaleza, a empezar a relacionarme con la tierra y lo que nos rodea. Pero cuando experimenté la vida en comunidad,  aumentaron mis ganas para seguir aprendiendo acerca de la Permacultura, y fue a través de las experiencias antes marcadas.

-¿De qué forma la aplicas en tu vida cotidiana?
-La aplico en mi vida tratando de ser lo más consiente posible con el planeta y con la Permacultura. El reciclado, la bioconstrucción y la huerta orgánica son algunos de los pilares con mayor importancia dentro de esta práctica. Al principio me costó, pero de a poco logré que ocuparan espacio dentro de mi vida cotidiana, siempre y cuando aceptando los momentos de transición. A pesar de eso, si uno quiere y se esmera, trae gran satisfacción.

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